- Proyectos según la naturaleza del cambio.
- Proyectos materiales y proyectos de naturaleza inmaterial.
- Proyectos públicos y proyectos privados.
- Proyectos internos y proyectos externos.
- Proyectos de resultado establecido y proyectos de resultado incierto.
La propia enumeración de ejemplos nos permite intuir una primera clasificación de los proyectos atendiendo a la naturaleza del cambio que producen. Así, podemos hablar de proyectos de:
- Construcción.
- Investigación.
- Ingeniería.
- Informática.
- Organización.
- Desarrollo.
- Comercialización.
En los primeros ha de producirse una obra material, perceptible y expresable en términos físicos, como la construcción de un puente. Los segundos pueden referirse a la producción de resultados inmateriales y/o cuya evaluación es mucho más difícil y vaga; lo que por supuesto no implica que no se trate de objetivos muy valiosos y completamente reales, como es el caso, por ejemplo, de proyectos de formación, proyectos de desarrollo, proyectos de investigación, etc.
Proyectos públicos y proyectos privados
Es conocida la gran diferencia existente entre los objetivos y finalidades de las empresas públicas y privadas. Los proyectos públicos tienen unas características distintas de los privados, aunque no lo suficientemente alejadas como para hacer un estudio diferenciado de sus metodologías de formulación y evaluación. Las mayores diferencias existentes entre ambos tipos de proyectos suelen encontrarse en dos aspectos fundamentales:
- Criterios de valor: Aunque pueden darse excepciones, una característica indiscutible de los proyectos privados es la búsqueda de un beneficio económico, con una menor preocupación por los aspectos sociales y ambientales aunque siempre deban cumplir con las exigencias legales en tales aspectos.
- Nivel de complejidad: Muy relacionado con esta diferenciación en los criterios de valor aparece el nivel de complejidad del proyecto. Generalmente son los proyectos públicos aquellos que, por tomar en consideración un mayor número de aspectos (sociales, económicos, ambientales, políticos, etc.), entrañan un nivel de complejidad mucho mayor.
Las etapas de los proyectos presentan características bastante diferentes según se trate de proyectos internos o de proyectos externos. Las principales diferencias aparecen en la etapa de planificación. En el proyecto externo existe un conjunto de acciones que se relacionan con la necesidad de presentar una oferta al cliente y lograr la adjudicación del contrato en competencia con otras empresas o personas.
Proyectos de resultado establecido y proyectos de resultado incierto
Hay que hacer una distinción entre aquellos proyectos en los que el resultado final puede exigirse porque sólo depende de que se arbitren los medios necesarios, de aquellos otros (generalmente los proyectos de investigación) en los que los resultados deseables pueden alcanzarse o no con independencia de la calidad del trabajo efectuado.
En los primeros, la calidad deberá reflejarse en la consecución del resultado apetecido respetando las especificaciones técnicas establecidas. En el segundo tipo de proyectos, que podemos llamar proyectos de resultado o de éxito incierto, debe también existir un control eficaz de la calidad pero dicho control no podrá tanto referirse a la consecución del resultado como al respeto de determinadas formas de trabajar o reglas metodológicas: profundidad de los análisis efectuados, objetividad de los datos recogidos, etc.
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